Caverna de Leo (Historia de su Descubrimiento)
Fue un día 19 de febrero del año 2007, yó Leuvigildo López Gongora, de 50 años de edad, natural y vecino del distrito de Omia, agricultor, con DNI 33951348, salí acompañado con mi hijo May Stip López del Águila con rumbo a mi propiedad, con el fin de ver y ampliar mis fincas de café, pero yó antes de esto, tuve muchas revelaciones de carreteras en mi propiedad y ramales por diferentes lugares, donde con esos ramales me indicaban la existencia de cuevas y la caverna ahora ya descubiertas, y esa mañana optamos por regresar preparados con preservativos para prevenir la enfermedad del viejo y las posibles antimonios que podría existir, también con linternas y sogas, y comencé a hacer el ingreso amarrándome la soga en un tronco y comunicándole a mi hijo que en caso de tener problemas, movería la soga para que él me jalaría, pero no fue necesario ninguna de estas dos cosas, claro que la entrada era pequeña pero adentro el acceso para caminar era casi transitable, por lo que opté llamar a mi hijo que el hiciera su ingreso y así los dos juntos adentro comenzamos a caminar a paso muy lento y con mucho silencio, porque temíamos encontrar algún peligro, ya que a dicho lugar nunca nadie había ingresado, era un lugar totalmente virgen, haciendo el recorrido escuchábamos diferentes ruidos, tuvimos que pasar un lugar bastante reducido, rampando, y a nuestro regreso no podíamos ubicar en donde habíamos entrado rampando, y tardamos más o menos 40 minutos para poder ubicar dicho lugar y poder salir seguimos regresando los e ingresando a dicha caverna, para poder descubrir e investigar la extensión, de dicho lugar que estamos hablando del segundo piso, eso lo hicimos un promedio de 4 a 5 veces, y luego comenzamos a entrar y observar objetos que habría dentro de dicha caverna, y descubriendo que dicha caverna, es bastante impresionante, luego descubrí que teníamos el primer piso a 50 metros de altura aproximadamente, y eso ingreso lo hicimos, con el apoyo del profesor Juan Ahon, Michel Feijóo, May Stip y mi persona, que descubrimos que el primer piso es una gran maravilla natural, y este regalo tan grande se lo debo a Dios nuestro señor que vivo y viviré eternamente agradecido de él y de paso también a mi gran amigo el ingeniero industrial Michel Feijóo, y hoy al apoyo incondicional de mi señora esposa, y mis queridos hijos, Ceily Aurora, Nino Romerito, May Stip, Wan Yu, Roiber Antonio y Sandro Tobit.
Me pueden ubicar llamando al 958177835
